Cuenta la leyenda que durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Klaus Märtens, un médico del ejército alemán (de ahí el nombre Doctor Martens), quiso reformular las botas de la armada alemana, tras lesionarse un tobillo mientras esquiaba, para que fuesen un calzado más ligero y cómodo. Su idea era incorporar una suela con más amortiguación, utilizando caucho desechado de los aeródromos de la Luftwaffe.

Para llevar a la realidad la idea, se juntó con su amigo Herbert Funck, y en 1947 empezaron a fabricar este calzado.

 

En 1960, en una pequeña factoría ingles de Northamptonshire, vio la luz el primer par de botas Dr.Martens, de color rojo y con 8 ojales para los cordones. Su precio de salida fueron tan solo dos libras, por lo que se convirtió en un éxito aplastante entre la clase trabajadora de Gran Bretaña. Inicialmente usadas por carteros y obreros de fábrica, poco a poco, se irían convirtiendo en la seña de identidad internacional que todos conocemos hoy.

Han pasado más de 60 años y siguen tan jóvenes como siempre. Su secreto: que se siguen fabricando con los mismos materiales, los mismos procesos, y generalmente en la misma de Northamptonshire en el pueblo de Wollaston donde todavía fabrican calzado Made in England.

Actualmente la marca tiene más productos dentro de sus colecciones, como por ejemplo sandalias, las cuales las puedes encontrar aquí, en Vinson.

Las sandalias de piel de Dr. Martens presentan un diseño inspirado en las sandalias de los gladiadores y con una suela muy ligera llamada La Zebrilus.